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Mostrando entradas de mayo 6, 2007

Cordura de un día como hoy, cuando tomo mates de ginebra,desde este once piso en que la vista del mundo es algo macabra

Hermanos, un cable para colgarme por las tardes, digamos 8, 8 y media, un micrón genital y turbio, te lo dejo, lombriz ciega y depravada, aquí había una hembra balando. Encaramado en la trompas de Falopio, los cigarros que consumen, las bebidas que emborrachan, perra erecta por colmillos de vergüenza, Margareth Tatcher acicalándose las tragedias, patíbulo de la historia jarras rotas todo el tiempo Donde esta la de la doble penetración anal que dijeron, veríamos? “”… 6000 millones de hombres en el globo terráqueo, se estima 8000 para el 2020, se sabe que falta agua y que sobra monóxido de carbono…” Se come feliz (veneno) en los Burger King La directora con gesto panóptico mando llamar mi madre, el lunes por la mañana, cuando huele a peste.

Son las Once

Hay arañas de crochet oscuro - y eso lo digo por que lo veo – ventanal, los nuevos modelos, metamorfosis de porteños, tango puneño que me hiciste mal y por eso te quiero!! Administrando la muerte cada día, nadie muere todos agonizan, hay una patria en secesión, en una plaza, la Miserable con hedor humano y calcinante. Tiene la piel oscura el pelo mota, le digo un placer negra!! ella abre las piernas y veo veo Dominica, sin erotismo pura pura vulva.

Actualidades 2

El mate caliente con el olvido hervido, la casa llena de manchas que dicen que no estoy muerto, sin esperar un solo segundo me olvido de sus tiempos, con la existencia apretada entre los dedos los abofeteo, persigo mi descendencia, lo hago con cuchillos carniceros, con hachas taladoras, con látex texturado. Las banderas blancas las voy usando para prender el fuego, los tratados, los firmo para seguir en conflicto, me desangro en amores a mansalva. la salida esta solo enfrente, atrás el vació bien vació y mis casas quemadas, a la gloria de los nardos me entrego y todo huele tan bien por mas que me sumerja en los gusanos.

Actualidades 1

Hoy, no me sale más lirismo que el de carne cruda, sangrante, rabiosamente enrojecida, tengo espejos rotos para todos, tengo gatos negros y sarnosos, tengo tangos fatales, tengo tanto asco que les convido, como la mierda a los waters. he decorado el mundo con escaleras, hay una rebanada de niebla con extravió para todos, mis libros publicando sus dolores sin consentimiento, y yo con los sentimiento a ras del suelo. Las maldiciones más abominables, me embargan, las letras en el tintero... yo de apoco envenenado y mal alimentado. Salgo sonoro e irritante. Me marcho en las marchas... regreso inscripto en los obituarios, en los poemarios de los rufianes, en los himnos inéditos de los bares que desconozco, me voy derramando en manchas, de vino sin tiempo, de semen fresco y apurado, de menstruación apasionada, de hollín depresivo, de sinverguenzura rayana, de poesía engrasada en algún taller de Barracas, de poesía paupérrima como mi casa en la Boca. Les voy a ofrecer frases de bilis, estoy

Los libres

("...para ser libre morir no alcanza..." Jose Larralde) Corazones a la intemperie, espíritus abrigados, nadie hereda las rebeliones son conquistas son batallas, son jornadas férreas, que duran la vida entera y una muerte y media. Eternos peregrinos del destierro, ahorcados en las nubes tienen en los sueños, no poseen verdades solo mentiras bien convencidas, no son buenos padres ni buenos hijos, no caen bien a la usanza de los tiempos y la historia acostada en los manuales a regañadientes habla de ellos. Ignoran la mesura de ser visitas, solo saben fundar y lo hacen a borbotones, desde el aurora hasta el ocaso y desde el ocaso hasta el desvelo, infectan de insomnio a los jefes y sus jefaturas, no entienden ni un poco a las normas no las respetan, salvo cuando lucen lencería erótica o se enrolan en guerrillas. Ven el mundo real, realmente como ellos quieren, son blasfemos empedernidos, están perdidamente enamorados de la vida, odian que los ubiquen que los llenen de puntos car

Juana no duerme

Esto apesta, esto huele muy mal, el futuro no deja de jalar poxirran, no come más cosa que las asquerosas, no duerme más sueño que los de resaca, no disfruta más de la vida que la depresión rallada, no juega más juegos que los de cadáveres por cielo. Esto apesta esto sabe muy mal, Juana tiene solo certezas horribles, un hambre puntual que la visitara cada día, un desprecio gélido que la rodea, que no le da tregua, una calle la camina en el espanto pegado, una muerte dulce justo al centro se su tristeza. Esto apesta, esto se ve muy mal, soy el soldado mortecino que huyo para otra guerra, soy el cobarde que tala, tala y tala el árbol de lo que ama, de precauciones llene la vida aunque no evite morirla, vivo de allegado a una felicidad de ginebra. vivo de prestado en una autocompasión que me encarcela. Apestan todos ustedes con su regocijo de gente buena, apestan las madres y las abuelas con sus recetas imberbes de cariño escuela, los lunes apestan con furia rayana en las urbes del planet

Palomas

Ay!!paloma triste de Buenos Aires, los ascos son emociones graseras, pareciese una premonición humana, tú figura resignada vencida, tus alas con vergüenza, ya no remontan, ya solo arrastran, roedor emplumado símbolo posmoderno. Ma´que libertad!! comer y cagar, comer y cagar, y hacerlo otra vez y volverlo hacer, el cielo ya no es el cielo, ahora es el techo, los hábitos carroñeros el justo medio aristotélico. Llovizna mierda en las plazas, solo caen, caen, caen, grises melánicas, espurias envenenadas, sin dudas, sin agallas, la paz la redujeron al sexo desenfrenado, el romanticismo desfalleció en un árbol de la avenida Rivadavia, a la mendicidad se entregaron infecciosas. Ay!!familia enferma empicotada, plumajes impertérritos exhiben su botulismo triunfador, ave cóncava surcando el horizonte zócalo, engorda, muy gorda, flaca desgarbada, decadencia testimonial y porteña.

Canción a la ginebra ( primera parte)

Bendito enebro, el de los frutos psicotrópicos, bendito alcohol del demonio, que a los malditos redimes con tus sabores poderosos, hágase tu patria sobre nuestros desconsuelos, hágase tu ira en nuestros postreros estragos, que te derrames por nuestros sótanos afiebrados, que nos inundes con tu legión de 39 grados que Dios nos bendiga con una Bols repleta. el cielo beodo. La mirada en la hoguera.

Cosas que pasan

Pan, clavos, leña, riñones, una vitrola, discos, cuerdas ahorcadas, néctar ubicado en precisas coordenadas, abejas posesas del trabajo, perros, gatos, ratas, moscas, cucarachas, animales inanimados y domesticados. Las agujas, sus picaduras, la ropa cosida, los fósforos, el fuego, el incendio, las quemaduras, los zapatos, las huellas, la pista, la encrucijada, las guitarras, la música, el baile del alma, el ritmo del bobo, la garúa, la humedad asquerosa desparramándose por las nalgas. Una botella, un vaso, el infierno en los ojos, un faso, un lirio partido, el olor a rosas, a nardos y a cebolla, una cama, los coitos furiosos, el vació, el abismo, los tenedores, los saleros, las ollas, y los floreros, los manteles, el desquicio, los vómitos, el inodoro mugriento. La bicicleta, el rifle colgado en el living, las velas, los libros haciendo la luz, los patios, las riñas a muerte y a vida, el cáncer, la arterosclerosis, el sida, el bocio, los paros cardiaco y los paros marxistas. Los vértice

Felicidad (a los cuentos que nos contaron)

Cuentos de ratas que cuentan la alegría de las cloacas, cuentos que no cuentan nada, hubo veces contaron de un tal Marquitos que siempre estaba blanco y por dentro rojizo, cuentos de ratas que nos contaron cuando Apolillo nos hablaba, cuentos que siempre terminaron mal, contara quien los contara, cuentos que comenzaban con siete puñaladas por la espalda, las matrona cada noche contaron sus verdades espantosas, que nos dolían hasta la locura lapida que nos resbala. Cuentos de hadas violadas por querubines sátrapas, cuentos de esperanzas cuantificadas en el rigor de las monedas, cuentos de amores por siempre nuestros, cuentos con sabor etílico y tacto de pubis, cuentos en ritmo de zamba, de bossa, de joropo, tango y el limbo de los mal sanos, cuentos inmorales que nos llevaron a los olimpos, cuentos que hablaron del despojo, y los antojos de vivir como se nos venga en gana. Cuentos roedores que nos horadaron las cabezas, cuentos de meriendas de mermelada en la cara tostada, cuentos para

Llamamiento

Ven a mis confines sin confinarte, ven a mis labios frenéticos de besarte, ven a compartir unos tragos amargos, que me brindare dulce como el almíbar, aunque me cueste una fracción de vida, aunque me enginebre para intentarlo. Ven con tus puñaladas arteras, ven con tu legión de amantes, ven en el carrusel de tu belleza tráeme esas enormes lunas que te cuelgan, tengo que explayarme con la lengua, sobre temas vitales, digamos imperiosos para el devenir justo en medio de tus caderas. Ven única y exclusivamente cuando la libertad te galope la conciencia, cuando naufragues en tus certezas, ven a mis orillas que te esperan. Trabaje sin descanso en un laberinto, quiero que nos extraviemos con el Minotauro, que esta en medida de fuerza. Ven en las cuatro estaciones de tus ánimos, ven con las manos baldías, pero tráeme algo, ven con tu familia y tus familiares, a mi poco me importan las instituciones históricas, ven sonora e incalculable a destruir mis planes, ven como un chaparrón a visitarme.

Mi casamiento( las semejanzas con la vida real corren por su cuenta)

Hay conversaciones que solo se escuchan en funerales. Es copiosa la cantidad de gente, que pasa de largo, van al bautismo de un arca, se necesita una ambulancia para socorrer a sus compungidas almas. Los que llegan vienen ebrios, más turbados que nunca, traen presentes envueltos en celofán y pasados hechos bolsas, que detalle tan elocuente el de no decir nada, ni cuando llueve ni cuando para. La madre de la novia viene a estrenar la emoción numero once, luce un conjunto de prejuicios que le combinan bien con la ropa, los parientes se hacen notar yertos en almidón, yo los atiendo con entusiasmo y ellos me acusan de mala praxis. Las convenciones generales visten de frac para no desentonar con el nivel del acontecimiento. La madrina practica el sexo verbal, el padrino hundido en el silencio solo escabia. Sirvo un banquete en el suelo, los comensales se quitan las ropas y actúan como cerdos, soy feliz y estamos como “chanchos en el barro” decía mi madre. Nadie dice la verdad y esa será la