Desde el principio de los vientos



I

Aquí llegamos, aquí caímos un día incierto,
polvo, materia y nada,
hijos de tu lomo suave y turbulento,
decreciendo en espiral hacia la proporción,
los huesos, el esqueleto, la carne
saponificación aleatoria del universo.

Ngen-kürëf  dime lo que sepas del código secreto de la vida,
cuéntame de cuando éramos ígneos y rubicundos,
cuando éramos fluidos y superconductores del negro misterio,
Kami Shinatsuhiko-no-mikoto  
háblanos de tus monstruosos hijos que deambulan por Neptuno y Saturno ,
de tu favorable espíritu con nuestra especie en los Alisios.

Bóreas, Noto, Céfiro, Euro, todos apellidos para un solo nombre: viento,
Prana, aire inspirado que anima todo lo conocido y lo incierto,
somos tus hijos por origen y destino,
soy tu hijo por huraño desolado y patagónico,
girones, trazos, y pedazos de tu obra magnifica y pasajera,
sóplanos y llévanos, sóplanos y llévanos viento…


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