Gomias

Muchachos,
a esta hora he dejado mi estancia de sufrido,
estoy junto a ustedes,
en el centro del baldío.

La soga en la caja,
en el pasillo sombrío,
el monóxido de carbono,
en la manguera
esperando encender la atmósfera muerta,
el puente alto,
aguardando a la humanidad entera,
las guillotinas de rieles
en las vías sin vida,
no están sobre mi !!
yo estoy con ustedes.

Con sus gordas maneras
sienta sus quilates sobre la tierra,
Marcelo hace un punto,
justo antes de su alma terrena,
su corazón es una mansión calida
cuando hizo gran tristeza
dormí junto a la chimenea
de su saludable certeza.

No hubo compadre tan imprescindible
sobre la cara y el lomo de la tierra
que el óseo Ganchef
tallando un rancho para los amigos,
artista surrealista,
tan realista como las tripas cantando,
el atavismo tatuado por los sesos.

Lo profundo nunca estuvo tan lejos,
el cuerpo,
el cuerpo mamita
tu cuerpo no miente,
equino Gustavo,
así lo quiero
cabalgando el planeta
el pecho sin parapeto
latiendo su ritmo
de hombre bueno.

Amigos,
casi me duele decirlo,
casi me quedo en silencio,
pero mejor no.

Amigos,
el mundo es pequeño
y es nuestro
un bello continente para cada
uno de ustedes,
(el cielo siempre fue mas grande y vamos por ello)

Muchachos,
no tengo demasiadas cosas
quizás solo las que me de
el clavijero frondoso
con sus raíces bordonas,
y este maldito lápiz
que tanto me ha bendecido
con agüita de ojos,
limpiándome tormentos.

Pero créanme muchachos
que en un hueco me hundo,
oscurezco,
no amanezco,
ya me quedo tan lejos,
allá en la Siberia del destierro
allá en lo gélido de los tiempos,
sino me reconcilió con la vida
y sus manos,
que son los amigos,
sino me tomo unos tragos
con ustedes muchachos
y empiezo
así otra vez
empiezo.

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